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Montemayor es un
municipio español de la
provincia de Córdoba,
Andalucía.
Emplazada en plena campiña cordobesa. Su situación sobre el monte de
mayor elevación del entorno le da a esta villa su nombre propio, así
como el sobrenombre de
Mirador de la Campiña. Cuenta con un mirador con excelentes vistas situado al pie de su castillo. En el año
2005 contaba con 3.890 habitantes. Su extensión superficial es de 58 km² y tiene una densidad de 67,1 hab/km². Sus
coordenadas geográficas son 37º 39' N, 4º 42' O. Se encuentra situada a una altitud de 413
metros y a 32 kilómetros de la capital de provincia,
Córdoba.Su economía se basa en el sector primario, siendo sus principales producciones el
cereal, el
vino y el
aceite.Es muy habitual en esta localidad hacer dulces típicos como flores,
pestiños y gañotes para fiestas como navidad y semana santa. Para el día
de todos los santos (1 de noviembre) es muy habitual el panete que es
una especie de tarta pequeña que sobre todo es para los niños. También
es muy habitual el "lagarto" que es pan con la forma de este animal.
Pueblo-fortaleza repoblado en 1340 por Martín Alfonso Fernández de Córdoba con permiso del rey
Alfonso XI, sobre los restos de una población anterior que ya fue tomada por
Fernando III de Castilla El Santo el año 1233.
Su existencia se remonta a dos mil años a.C., según avalan los
abundantes restos de cerámica campaniforme y de esculturas y exvotos
ibéricos encontrados en su entorno.
En época romana se la conoció como
Ulia.
Sobre el origen de este nombre hay dos teorías: la primera apunta al
vocablo turdetano ulia, que significa monte; la segunda afirma que el
nombre se debe a Ulio, nombre propio del rey fundador de la ciudad que
fue Sículo I o Sículo II.
En la segunda mitad del s. I a.C. la ciudad vive su época de
esplendor. El Bellum Hispaniensis de Aulo Hircio relata que Ulia fue la
única ciudad de la Bética que permaneció fiel a
Julio César durante la guerra civil. El año cuarenta y seis a.C.,
Cneo Pompeyo el Joven sitia Ulia mientras que su hermano Sexto se establece en Corduba. Al llegar César a
Hispania
envió en auxilio de la ciudad un ejército formado por unos dos mil
cuatrocientos infantes e igual número de caballeros al mando de Lucius
Vibius Paciecus, mientras él marchaba hacia Corduba. Tras la victoria
definitiva de César sobre los hijos de Pompeyo en la
batalla de Munda,
en el año cuarenta y cinco antes de cristo, la ciudad se ve favorecida
con diversas medidas como la donación de tierras o la exención de
impuestos. También por ello recibió de César el título de Fidentia que
llevaría en su nombre desde entonces.
Los restos arqueológicos de la época son muy abundantes. Predominan
por número los materiales bélicos (balas de plomo y glandes), pero
también monedas de Ulia, esculturas, restos de inscripciones, etc. La
decadencia del Imperio afectaría también a la ciudad, de la que se
tienen pocas noticias en los siglos siguientes. La ciudad contó con
silla catedral desde los comienzos del cristianismo en la
Bética, siendo su obispo a mediados del siglo segundo San Cuadrado.
La dominación visigoda acentúa el declive de la ciudad. No se cuenta con referencias arqueológicas ni documentales de la época.
En época árabe, la zona, recibe el nombre de Ulyat Kanbaniya y fue uno de los quince distritos agrícolas (
iqlim) en que se dividía la cora o provincia de
Córdoba. Al Sahqundi se refiere al iqlim de Ulyat Kanbaniya como tierras de abundante y excelente trigo.
El año mil doscientos treinta y tres, Fernando III el Santo manda
algunas tropas para que ocuparan el lugar, que encuentran casi
deshabitado y ruinoso, comenzando a denominarse Montemayor. Tras la
conquista de Córdoba, el territorio pasa a formar parte de los dominios
de Fernán Núñez de Témez junto con el vecino castillo de Dos Hermanas,
junto al río Carchena. Durante el primer tercio del siglo XIV, el rey
nazarí Muhammad IV llevo a cabo una serie de razzias a lo largo de la
frontera. Buscando una ubicación más defendible que la del castillo de
Dos Hermanas, Martín Alfonso Fernández de Córdoba, tataranieto de Fernán
Núñez de Témez y Adelantado Mayor de la Frontera, pide permiso de
repoblación al rey Alfonso XI, obteniéndolo el año mil trescientos
cuarenta. El castillo de Montemayor se construye utilizando restos de la
antigua Ulia, también procedentes del señorío de Fernán Núñez ya que su
mujer y pariente lejana, Doña Aldonza de Haro poseía este título. Así
lo evidencian los numerosos restos de columnas, piedras de molino, etc.
que se hallan en sus cimientos y muros.
Martín Alfonso muere en mil trescientos cuarenta y nueve, heredando
el señorío su primogénito Alfonso Fernández de Montemayor. Adelantado
Mayor de la Frontera, se mantuvo fiel a
Enrique de Trastámara por lo que le fue concedida la villa de
Alcaudete (Jaén). Otros personajes importantes fueron Alfonso VI Fernández de Montemayor, que colaboró en la etapa final de la
conquista de Granada junto a los
Reyes Católicos,
y Martín IV Alfonso, séptimo señor de Montemayor que colaboró con
Carlos I en las guerras contra Francia y fue nombrado virrey de Navarra.
A mediados del siglo XV Montemayor tenía una población de ciento doce
vecinos. Siendo por esta época cuando Fernán Alfonso de Montemayor
obtuvo privilegio para la repoblación de
Montalbán de Córdoba,
localidad emplazada a unos siete kilómetros de Montemayor.
Posteriormente, la casa pasaría a quedar vinculada a la casa de Oropesa
y, finalmente, a la de Frías, a mediados del siglo XVIII. Los datos
existentes de la época moderna y contemporánea son escasos y poco
relevantes